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Un total de veintisiete obras seleccionó el jurado del XLVI Concurso Nacional de Arte Joven, de 173 que se presentaron a la convocatoria de este año. Estas formarán parte de la exposición 2024 del certamen. Los nombres de quienes se adjudicaron el Premio de Honor Universidad de Valparaíso, el Premio del Litoral, las distinciones y las menciones serán dados a conocer en los próximos días.
El jurado, integrado por Daniela Bertolini, licenciada en arte; Isabel Cauas, grabadora, y Gustavo Ávila, arquitecto y artista, se reunió este miércoles 13 de noviembre a deliberar, ocasión en que comentaron el nivel de las obras recibidas y, a partir de allí, el panorama del arte joven nacional.
Daniela Bertolini comentó que “llegó mucha obra, eso primero es muy interesante, porque los jóvenes están súper abocados a la creación artística en la región”. Destacó asimismo que la mayor parte de las obras presentadas correspondieron a pintura: “Sigue marcándose la pintura como una disciplina que tiene siglos de historia. Luego gráfica, y poca fotografía, por tanto ahí la disciplina fotográfica que hacer algo para empezar a postular en estos concursos y mostrarse, que no quede tan críptica, encerrada”.
Por otro lado, comentó: “Estuvimos bien sintonizados el jurado; estábamos muy de acuerdo en la primera evaluación, en la segunda muy de acuerdo, y al final tuvimos que discutir un poco más, convencernos. Y lo que me parece interesante es que las obras que fueron premiadas son arriesgadas, son arrojadas, y tienen un discurso crítico respecto al escenario contingente. Eso es muy potente, porque no solamente son estéticas decorativas —si bien tienen la dimensión estética—, pero tienen un discurso de crítica y de denuncia que creo que es lo que el arte tiene que hacer”.
A su vez, Gustavo Ávila indicó que el nivel de las obras que concursaron este año “es bastante bueno, sobre todo en el sentido de la variedad temática. La política contingente actual está presente, está el tema ecológico presente, está el tema de las reivindicaciones sociales, de los extremos, de los pueblos olvidados, está la sedición. En ese sentido, uno se da cuenta de que el artista joven de Chile está pulsando de manera vigente, y eso es lo que nos gustó”.
Destacó Ávila que “hay temas que son universales, y cuando vean la exposición de manera completa se van a encontrar con sorpresas que tienen que ver con que ya no es solamente un pulso nacional, sino que también hay un pulso mundial. Eso nos deja contentos”.
Por su parte, Isabel Cauas comentó que el Concurso Nacional de Arte Joven constituye un espacio “súper interesante, porque es como el medidor de lo que están mirando nuestros jóvenes en este momento, y lo que ha sido durante estos 46 años que se ha hecho este concurso, que ha sido súper importante porque muchos artistas han salido de este concurso. Siempre es interesante ver qué es lo que están mirando nuestros jóvenes ahora, en este momento”.
Comentó que “nos costó decidir, porque había muchas obras de muy buena calidad, pero estoy contenta porque decidimos bien. Con el jurado estuvimos muy de acuerdo en los premiados”.
Finalmente, afirmó que “hemos estado viendo cómo está el ojo, cómo está la técnica (de los artistas jóvenes). La verdad es que a veces un poco bajonea, pero también se ve un poquito de esperanza en el mensaje que están transmitiendo. Va a ser una preciosa exposición, esperamos tener mucha concurrencia”.