Patricio Orio sobre Programa de Movilidad Internacional para Docentes de Postgrados: “Esto es un plus y un impulso”
El doctor Patricio Orio es parte del cuerpo académico de los doctorados en Ciencia mención Biofísica y Biología Computacional, en Ciencias mención Neurociencia y en Ciencias e Ingeniería para la Salud. Como tal, es parte del público objetivo al que apunta el Programa de Movilidad Internacional para Docentes de Postgrados UVA 22991 de la Dirección de Relaciones Institucionales de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio.
Y el profesor Orio, quien también dirige el Laboratorio de Dinámica Neuronal, VaNDaL (Valparaíso Neural Dinamics Laboratory), emplazado en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Valparaíso, fue uno de los doce académicos que ganó una beca para realizar pasantías en universidades de Europa, Norteamérica y Latinoamérica en la última convocatoria del programa.
Así, Orio partió en marzo pasado a Francia, específicamente a la Universidad de la Sorbona, en París. “Estuve en el Instituto del Cerebro de París, que depende tanto de la Universidad de la Sorbona como del hospital Pitié Salpêtrière, donde trabaja este colaborador, Jacobo Sitt, con el cual empezamos una colaboración hace un poco más de dos años a través de otro colaborador en común, Enzo Tagliazucchi, ambos de la Universidad de Buenos Aires. La colaboración comenzó con un proyecto STIC-AmSud, que luego derivó en la cotutoría de un estudiante de doctorado, Fernando Lehue, y luego aprovechamos esta oportunidad de la Vicerrectoría de Vinculación para hacer una nueva visita, porque se había acabado el STIC-AmSud, así que empezamos a buscar otras fuentes para continuar con la colaboración, especialmente aprovechando que el estudiante del doctorado en Biofísica y Biología Computacional está haciendo una estadía y todavía está allá. Entonces fui para allá un par de semanas y estuvimos trabajando los tres y también con otros estudiantes que están involucrados en el proyecto de Fernando”, relata.
Orio agrega que “tuve dos actividades principales. Una fue esta investigación, en la cual es invaluable ese trabajo codo a codo, presencial. A veces nos juntamos los tres, nos juntamos dos, o cuatro de repente, discutiendo lo que está haciendo, cómo lo vamos a hacer mejor… Yo soy muy de ir resolviendo el trabajo con las manos, de no perderse en las grandes ideas, porque nosotros hacemos simulaciones computacionales, entonces estar trabajando codo a codo es una cosa realmente invaluable. Y lo segundo fue dar un seminario, que fue importante, porque era para un público un poco más amplio, para todo el grupo de trabajo al que pertenece Jacobo Sitt. Y entremedio fui dos días a Estrasburgo, donde también tengo a otro exestudiante mío y otro colaborador también en la Universidad de Estrasburgo”.
Patricio Orio valora especialmente la oportunidad que estas becas dan de relacionarse con centros de excelencia a nivel mundial. “Sirve para tener retroalimentación y generar ideas, de repente para iniciar otras colaboraciones también. A veces puede ser muy pedestre, pero de verdad el salto que se produce con un cambio de ambiente, llegar a otro lugar donde hay más gente que está hablando un lenguaje un poco más parecido al mío y donde podemos en cualquier momento, en un pasillo, en una cafetería, empezar a intercambiar ideas es realmente un empuje, un impulso a la investigación que uno está haciendo y uno llega de vuelta lleno de ideas y cosas a veces grandes, a veces pequeñas, que se pueden hacer distinto en la investigación que estás realizando y, además, compartirlas inmediatamente con los estudiantes y, por supuesto, esa es la razón por la cual también uno busca e incentiva que también los estudiantes puedan optar a estas oportunidades”.
Profundiza el doctor Orio: “A mí me pasa en particular que yo llegué con un tema o una línea de investigación en que poquitos y ahora hay una masa crítica un poco más grande con la que me puedo ir contactando. Yo ya había estado en el Instituto del Cerebro de París y uno sabe que cuando va a estos lugares va dejando un pedacito de su trabajo, ya sea para ir de nuevo, o para atraer al investigador para acá o para enviar a estudiantes nuestros allá. En pandemia hubo el primer año un boom de congresos que eran virtuales. Y ahí nos dimos cuenta lo importante que era la interacción persona a persona, que hay una cosa que el Zoom no te logra dar. Y por eso digo que es súper difícil de cuantificar y de colocarlo en palabras, pero tiene que ver con esa cosa que ocurre con las ideas, que cuando uno está al lado de otra persona unas cuantas horas de repente dice ‘ah, mira, hagamos esto y toma el computador y se pone a escribir, en nuestro caso un código computacional, que sé yo, una figura y es una dinámica que sólo se logra así. Y al regreso también es un aporte a los estudiantes, por salen ideas y cosas que tanto en la docencia como en mi grupo de trabajo también aportan. Me pasa mucho que ya se me olvida de dónde saqué esta idea, pero la mayoría de las veces son cosas que voy aprendiendo en estos viajes, con estas experiencias”.
El profesor Orio releva los esfuerzos en internacionalización que ha realizado la Universidad de Valparaíso en los últimos años, destacando que “esto es un plus, esto es un extra, está súper bien. Yo lo encuentro súper valorable, me parece súper bien que se fomente esto y que sea con miras a fortalecer los posgrados me parece también muy bien. Me parece muy positivo también que no se haga con mecanismos engorrosos de rendición de cuentas, por ejemplo, eso no tiene precio, porque facilita las cosas y te permite realmente enfocarte en lo que uno quiere hacer, que es ir a hacer buena ciencia, a hacer colaboraciones, a hacer vínculos, en vez de estar preocupándote de juntar las boletas o el ticket (risas). Ahora, yo igual siempre me pregunto, y no tengo la respuesta, cómo hacer que no sean cosas aisladas, que no sean como destellos de luz en la oscuridad, sino que empiece realmente a todo fluir hacia una cuestión un poco más institucional, más permanente. No tengo la respuesta, pero por algo se empieza. Por eso, yo creo que con el solo hecho de ir generando masa crítica ya tienes algo, porque en la ciencia en realidad no otra receta que armar masa crítica”.
Finalmente, Patricio Orio se refiere a otra iniciativa de la Dirección de Relaciones Institucionales (en conjunto con la Dirección General de Postgrado y Postítulo) en la que tomó parte: el curso “English as a Medium of Instruction” (EMI, por sus iniciales en inglés): “No era un curso de inglés, claro, era un curso de ese idioma como medio de enseñanza y me dejó más por ese lado. Yo lo tomé, y lo reconocí en el primer momento, más bien por la parte pedagógica, por las herramientas que me podía dar, y me pareció bastante bueno. Me parece una experiencia bastante buena para ambas cosas, para ejercitarse en el inglés y para también salir un poco de la rutina pedagógica más tradicional que algunos veníamos haciendo. Por ejemplo, tenemos cada dos años una escuela de verano, la Escuela Latinoamericana de Neurociencia Computacional (Laconeu), que el 2023 hicimos en el CIAE, y es totalmente en inglés y ahí ese curso me va a ayudar mucho”.