Con una donación de libros, la UV inicia colaboración con Valpo Surf Project
Usar el surf y las tutorías académicas para desarrollar habilidades en el manejo del inglés, forjar el carácter de los participantes de sus programas y crear conciencia medioambiental, es la misión de la ONG Valpo Surf Project (VSP), que trabaja con niños y adolescentes vulnerables de la ciudad puerto, principalmente del cerro Toro, Montedónico, Porvenir, Laguna Verde y la Escuela Blas Cuevas.
Fundado en 2009 por un chileno y tres amigos estadounidenses que realizaban intercambio universitario, VSP empezó a operar al año siguiente tras una campaña de captación de donaciones. Al comienzo tenían cuatro tablas de surf y veinte niños en el programa; catorce años después, más de 650 niños han pasado por el proyecto, se han realizado más de cinco mil horas de mentorías, más de mil quinientas actividades y más de ochocientos voluntarios —muchos de ellos venidos de Estados Unidos— han tomado parte de esta experiencia.
Tras algunos contactos informales con representantes de la Universidad de Valparaíso, la ONG recibió este miércoles 3 de abril la visita de una delegación de la casa de estudios en su recién inaugurada sede de la calle Capitán Yávar, en el cerro Playa Ancha. Como una manera de iniciar lo que se espera sea una alianza permanente entre ambas instituciones, el vicerrector de Vinculación con el Medio de la UV, Carlos Lara; el decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Gonzalo Lira, y la directora de la Editorial UV, Jovana Skarmeta, hicieron una donación de libros del sello institucional y conversaron con el staff de VSP, encabezado por su director ejecutivo, Claudio Vilches, sobre las posibilidades de colaboración.
Puertas abiertas
“La idea es colaborar con Valpo Surf Project con el objeto de potenciar las actividades que ellos realizan y ser un soporte para que dichas actividades tengan un mejor desarrollo, tanto ayudándoles desde nuestras plataformas institucionales para ejecutar acciones complementarias a las que ellos ya realizan —estamos pensando en asesorías de distinta índole—, así como apoyo en temas médicos, dentales, psicológicos o nutricionales para los niños con los que ellos trabajan. Se ha abierto una serie de puertas para vincularnos, con la idea de apoyar a las instituciones que, como nosotros, desarrollan una labor por la ciudad de Valparaíso”, explicó Carlos Lara.
“Vemos con mucho entusiasmo el comenzar a vincularnos con una institución como la Universidad de Valparaíso. Estamos formalizados ya acá en Playa Ancha con este espacio nuevo que tenemos, que es muy significativo y nos permite proyectar nuestro trabajo hacia el futuro de mejor manera, para poder hacer más que lo que venimos haciendo hasta ahora. Hoy han surgido distintas ideas de trabajo con distintas escuelas, para realizar cosas en beneficio de los niños con los que trabajamos. Surgió la idea de vincularnos en temas de nutrición, de ocupar algunos espacios con los que cuenta la institución para hacer algunos talleres, profundizar la relación con la editorial, tener más libros y realizar talleres con los niños. Yo sé que la Universidad ofrece, a través de la Escuela de Psicología, algunas instancias mediante podemos también vincular a algunos niños participantes del programa con atención psicológica, por ejemplo, y un largo etcétera”, comentó Claudio Vilches, de VSP.
Vinculación con el territorio
Ese largo etcétera incluye a diversas Escuelas y Facultades de la UV, entre ellas la de Ciencias Sociales, cuyo decano estuvo presente en el encuentro, ocasión en que manifestó: “Pensando en nuestra institución como universidad pública, es muy importante el contacto con el territorio y con quienes se despliegan y desarrollan actividades con objetivos que son prosociales y aportan al desarrollo de la comunidad. En ese sentido, creo que es muy importante para nuestra universidad, y especialmente para la Facultad de Ciencias Sociales, tomar conocimiento de estas iniciativas y evaluar posibles colaboraciones que nos permitan potenciar ese trabajo colaborativo. Muy tradicionalmente, nuestras Facultades impulsan los distintos niveles de práctica como una posibilidad de que, por un lado, nuestros estudiantes conozcan distintas realidades y distintas formas de organización del trabajo sociocomunitario y socioeducativo, y al mismo tiempo nos da la posibilidad de que las instituciones que están desplegando esta actividad, a veces en condiciones muy precarias, reciban una colaboración que les permita abordar sus tareas con un criterio técnico, profesional y desplegar las distintas disciplinas para colaborar en estas iniciativas”.
“También es muy interesante vincularnos con las universidades porque gran parte del equipo humano está compuesto por personas jóvenes, voluntarios, y las universidades siempre son lugares donde ir a buscar esos voluntarios. A la vez, es muy importante para nosotros poder ofrecer espacios de prácticas, ayudando a la formación profesional de los estudiantes. El equipo nuestro está creciendo, estamos en un momento de transformación, de continua profesionalización de las labores que realizamos, entonces creemos que ahí el vínculo con la Universidad puede ser muy interesante, fundamental para lograr nosotros este crecimiento que estamos proyectando y con un beneficio mutuo, claramente”, complementó Vilches.
Para Carlos Lara, el hecho de ser una ONG nacida y ubicada en Valparaíso y que trabaja con niños y adolescentes que habitan la ciudad, es fundamental: “Es una ONG que está emplazada en Playa Ancha, que ha realizado una gran inversión allí, y además trabaja con niños de Valparaíso. Pudiendo estar en otras comunas, han apostado por Valparaíso; por lo tanto, sentimos el deber de cooperar en la labor que llevan adelante”.
Selección de libros
La elección de los libros donados estuvo orientada preferentemente a entregar títulos que puedan ser del interés del staff y los voluntarios que trabajan en VSP, sin descartar que también los jóvenes beneficiarios de sus programas se puedan interesar en algunas publicaciones.
Al respecto, explicó Jovana Skarmeta: “Elegimos, en primer lugar, poesía chilena. Quisimos destacar a Violeta Parra, por supuesto —para que las chicas y chicos la conozcan, así como los voluntarios—, y a Rosabetty Muñoz, con su libro ‘Técnicas para cegar a los peces’, a propósito del mar. Asimismo, quisimos traer el afiche-libro de Allan Browne ‘Valparaíso’, que es también una forma de conocer el puerto a través de su historia. Y desde luego, nuestra Premio Nobel Gabriela Mistral y su ‘Pensamiento pedagógico’, un título muy útil para las personas que hacen clases y talleres a los niños. Además, como hay muchas chicas y chicos estadounidenses entre los voluntarios de esta ONG, trajimos el libro ‘Zumbido’, de la poeta Emily Dickinson, que es bilingüe, de modo que pueden leerlo en su propio idioma y, a la vez, aprender español a través de la traducción, que está en página enfrentada”.
Sobre la posibilidad de que los niños, niñas y adolescentes que participan de los programas se interesen en la lectura, Jovana Skarmeta comentó que es una opción: “La donación está pensada preferentemente para quienes trabajan acá, pero sabemos que la ONG está haciendo talleres diferenciados para los más pequeños y los adolescentes. Ya hemos tenido buenas experiencias de mediación de la lectura con jóvenes de enseñanza media a través de nuestro Plan de la Lectura, acercando libros como ‘Poesía’ de Violeta Parra y ‘Valparaíso. Un afiche y su historia’, de Allan Browne”.